21 octubre 2013

4 "Uruguayismos" que ya me secaron las bolas.

¡Ah! Uruguay.
Tierra maravillosa de gente que tiene una pasión injustificada por el mate, manejar como el ojete por la rambla, y opinar un montón. Opinamos de fútbol como quien opina de política, al mismo tiempo que nos ponemos a hablar de política como si se opinase de religión; y se opina de religión como quien opina de reciclar... (algunos se lo toman en serio y el resto prefiere que no les rompan los huevos con el tema).

Pero de todas las opiniones, costumbres y hábitos de la gente de este país, hay cuatro que me tienen podrido. Y estoy dispuesto a apostar que tienen podrido a todo el mundo. Especialmente a nosotros mismos, que somos cuatro gatos locos y nos vemos hacer estas cosas a diario.


1. Uruguayismo Nro Uno: "Si nadie hace las cosas bien, yo tampoco"

Hay lugares donde tirar la basura. Hay esquinas con barreras metálicas que impiden cruzar a los peatones para que no entorpezcan el tráfico. Hay costumbres como cederle el asiento del bondi a la gente mayor y a las embarazadas. Devolver las cosas en el mismo estado como te las prestaron (o pagar si se rompió algo). Escuchar tu música con auriculares cuando hay mucha gente que te rodea...

Yo que sé, actitudes básicas que nos separan de los cavernícolas. Y la lista es ridículamente larga. Y todas estas cosas son más ignoradas que... cosas... que se ignoran pila. (Ta, no siempre voy a saber rematar un chiste, saquenmelá un cacho).

¿Porqué nos cuesta tanto? Armar filas ordenadas sin que nos lo pidan. Tirar envoltorios donde corresponde. Llevar bolsitas para la caca del perro y siempre pasearlo con correa. Son cosas que apelan al bienestar general y exigen mínimo esfuerzo. No estamos hablando de organizarnos y hacer una huelga de hambre para impedir la importación de productos televisivos de Argentina.

Sugerencias:
Tratá de ser menos impuntual (yo soy horrible en esto), clasificá tus residuos, regulá los horarios que tenés prendido el calefón, hacele boicot a la mala televisión apagando el aparato y agarrá un libro (uno bueno, nada de esas novelas pelotudas libera estrógeno, que están de moda).


2. Uruguayismo Nro Dos: "Culpemos de todo al gobierno"

Nos quejamos. De la educación. De la salud. De la seguridad. Nos quejamos de la economía. Nos quejamos de que antes todo era mejor. Nos quejamos del deporte. Y de que Maxi de la Cruz es más gracioso de lo que queremos admitir.

¿Y cuántos de nosotros hacemos cosas día a día para mejorar estas cosas?... bien pocos (y YO seguro que no estoy entre esas personas).  La respuesta habitual que escucho es "Ah no, pero de eso se tiene que hacer cargo el gobierno".

Sugerencias:
Si, de algunas cosas se debería hacer cargo el gobierno. Pero la actitud de cada uno de los ciudadanos también conforma parte del Estado. ¿Estás haciendo algo para mejorar la situación del país? Trabajo comunitario, un jardín orgánico en la azotea, boicotear una marca que no te gusta. Sacarle el Iphone al nene y meterle un libro.

Porque si no estás haciendo nada, pero absolutamente nada para mejorar las cosas, entonces la verdad es que es super fácil expiar responsabilidades culpando al organismo estatal. Que desde luego se manda más cagadas que un bovino con diarrea, pero vos siempre podés hacer tu parte para mejorar las cosas... a menos que creas que si los demás no hacen las cosas bien, entonces vos tampoco tenés porqué hacerlo. En ese caso por favor relee el Uruguayismo Nro Uno de este artículo hasta que te salgan hemorroides. Gracias.


3. Uruguayismo Nro Tres: "Es diciembre, hasta abril no se mueve nada"

No conozco ningún animal que hiberne en verano.
Es el periodo del año cuando el mundo natural despierta por completo y está en total ebullición. Recién a mediados de otoño la actividad empieza a bajar.

Para el uruguayo promedio, el año dura de abril hasta mediados de diciembre. Y el resto de los meses del año son tragados por un agujero negro de playitud imperturbable. Se huye de Montevideo como los habitantes bíblicos de Sodoma y Gomorra huyeron del castigo de dios. Los que miran hacia atrás, en lugar de convertirse en Sal se transforman en Yerba para el mate.

Los servicios públicos reducen su nivel de actividad (que ya es lenta), para funcionar con la velocidad de una placa tectónica.

Y nuestras costas explotan. Literalmente. Bueno, no, no literalmente, pero es lo que debería suceder si Uruguay se sometiera a las leyes básicas de la química. Todo ese alcohol y gas metano acumulado en pequeños bolichones hechos de madera y techo de quincho... Nadie logra explicarme cómo es posible que nuestros balnearios no sean una larguísima fogata que se extiende desde Marindia hasta el Chuy.

Sugerencias:
Difícil partido. Más gente debería saber disfrutar de tener vacaciones en invierno. En lugar de asumir que desenchufarse de todo es tirarse al sol como un lagarto y cada tanto meterse al agua mientras se esquivan niños cabalgando delfines inflables.


4. Uruguayismo Nro Cuatro: "No cuentes que te va bien"

Creo que esto viene un poco por eso de "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces".

Sugerencias:
También creo que los envidiosos pueden irse todos a la concha de su hermana.

Ojo, va con onda. A los presumidos no se los fuma nadie, pero de ahí a estarse cuidando de no compartir un mínimo de buenas noticias solamente porque al otro puede ser que no le esté yendo bien... y entonces de alguna manera sobrenatural, su mala onda y tu buena onda van a generar un vórtice apocalíptico de caos.

Creo que en Uruguay no tenemos todavía claro lo que significa la palabra "exitoso", pero de algún modo lo asociamos con ideas preconcebidas sobre el exceso, la decadencia y el egocentrismo... cosas que ahora que las pienso están bastante buenas. Me tendría que haber dado cuenta antes.

Pero es difícil pensar mucho sobre esto mientras estoy tirado en la cubierta de mi yate, con supermodelos en topless saltando por ahí, y explicándole a mi manager los detalles anatómicos de mi futura estatua de mármol.


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