Tras un tiempo en solitario finalmente puedo volver a mi casa original.
Está llena de ropa sucia en el suelo, los platos están sin lavar hace tanto tiempo que ya tienen vida propia y los vecinos siempre se quejan...
Pero sigue siendo el mejor lugar del mundo para despotricar y decir guarangadas.
Muchas gracias a todos los que siguieron a La Ktarsis por acá.