27 septiembre 2010

Lunes de Ktarsis 10: 25 Cosas que Aprendí de Viajar en Transporte Público


Nuestra necesidad de trasladarnos de un lugar a otro ha generado varias formas de transporte y todas tienen sus ventajas y desventajas. Pero algunas están tan desproporcionalmente desventajadas respecto a otras que la única conclusión posible es que los que la idearon querían vengarse de todos nosotros. Así que, hasta que no se inventen los teletransportadores, estas son algunas de las cosas a tener en cuenta sobre el Transporte Público...


1-Aparentemente Murphy es el Presidente Mundial del Transporte Público, considerando que todo lo que ocurre siempre es responsabilidad suya.

2-Queda expresamente prohibido salivar, tirar basura y hablarle al conductor… Pero está todo bien con las flatulencias, el mal aliento, las apoyadas de pelvis y los niños gritando a todo pulmón cuando el coche va lleno.

3- Según la lógica de chóferes y guardas, siempre hay lugar en “el fondo” porque esa parte del vehiculo tiene un Agujero Negro Galáctico que puede absorber materia y albergar cantidades infinitas de personas.

4-El taxi es un invento de la iglesia católica diseñado para inducir a la gente a rezar cada vez que hay que subirse a uno.

5- Los ómnibus son un invento de algún sádico que disfrutaba con el sufrimiento ajeno, la patente se la disputan Adolf Hitler, Augusto Pinochet o Marcelo Tinelli.

6- El peor insulto que se le puede proferir a un taxista es no tener el cambio adecuado a la hora de pagar. Tal es la ofensa que algunos taxistas llevan consigo un guante blanco y dos pistolas para zanjar el tema en el momento.

7- Está comprobado científicamente que en horario pico, los ómnibus se componen principalmente de axilas.

8- Si Wally se escondiese en el fondo de un ómnibus lleno no lo encontraría ni dios.

9- La nueva novela de Stephen King será la crónica sobre un coche cuyo baño está poseído por espíritus satánicos. El autor va a basarse en un caso real pero tendrá que omitir detalles para que no piensen que está exagerando.

10- Hasta el día de hoy Chuck Norris nunca mató un taxi… Piensen en eso por un rato.

11- Uruguay tiene el boleto más caro de América del Sur.

12- El comentario de arriba es el mejor chiste sobre transporte público de nuestro país.

13- Si Romeo y Julieta se adaptase a una historia entre taxistas y chóferes de ómnibus, seguro que los que se terminan suicidando al final seríamos nosotros.

14- Si se busca “Taxista” en el diccionario, lo que dice es “(Sust.) Véase Jinete del Apocalipsis o Árabe malhumorado en película yanqui”.

15-Los Ómnibus no se trasladan por la calle, se expanden territorialmente.

16- Uno no espera al ómnibus. Lo invoca en un raro ritual de mirar a la distancia, calcular la hora, y subdividirla por la Variante de Murphy. Sacrificar una virgen ayuda… a veces.

17- Existe un cierto reglamento de etiqueta a la hora de hablar con taxistas, e involucra temas como, “mujeres”, “rivalidad con los ómnibus”, “mujeres”, “precio del combustible”, “mujeres”, “no vomitarle el asiento” y “mujeres”.

18- Sandra Bullok nunca se va a subir en el mismo ómnibus que vos.

19- Keanu Reeves tampoco.

20- Está estipulado que todo ómnibus habrá de tener la música opuesta a la que nos gusta, y a un volumen elevado como para tapar los gritos de agonía de los pasajeros que colapsan psicológicamente durante el viaje.

21- Los artistas callejeros son a los ómnibus, lo que los diputados son al parlamento. Viven de nuestro dinero y sólo nos acordamos que existen cuando hacen ruido.

22- Toda la nueva tecnología en cobranza de pasajes y GPS ha permitido mucha exactitud en el transporte público. Demora exactamente lo mismo, es exactamente igual de incomodo y los conductores son exactamente igual de garcas.

23- Existe algo llamado Inercia, que es lo que sucede inmediatamente después que los conductores meten frenazos homicidas y salimos expedidos hacia delante mientras la vida se nos pasa por delante de los ojos.

24- Habrán notado que no se mencionaron los trenes. Eso es porque en Uruguay este medio de transporte fue declarado un producto del imaginario colectivo desde 1987.

25- Dentro de cinco mil años los arqueólogos van a encontrar los garabatos en los asientos de los ómnibus y las mamparas de los taxis. Su deducción será que nuestra civilización, ya desaparecida, giraba principalmente en base a la rivalidad de cuadros de fútbol, insultos pueriles y declaraciones de amor pedorras… Lo más triste de todo, es que van a estar prácticamente en lo cierto.

13 septiembre 2010

Lunes de Ktarsis 9: Rumores

Érase una vez repetir las opiniones ajenas como loros con retardo mental…

Parecería debatible pensar que la raíz de todo rumor es una opinión escuchada a medias, entendida a medias, o explicada a medias. Tanta cosa “a medias” da para pensar que la gente involucrada en el proceso comunicativo de una opinión tiene la misma fuerza de voluntad que una babosa depresiva.

La realidad es que el rumor “puede” surgir de una opinión. Del mismo modo que los gusanos “pueden” surgir de la carne podrida. Sin embargo una vez que el rumor surge, ya estamos ante algo completamente diferente de la fuente original, que tiene vida propia y produce asco al verlo… Curiosamente el 90% de los programas de televisión argentinos entran dentro de esa categoría. Y curiosamente, dichos programas funcionan pura y exclusivamente en base a la existencia de los rumores. ¿Coincidencia? No. ¿Se va a explicar más adelante en el artículo? Si. ¿Por qué hago preguntas y las respondo? Ni idea…

Pero yo estaba hablando sobre los rumores.
Veamos que nos dice el Diccionario de la Real Academia Española (en su versión sumamente fiable de Google que busqué en menos de cinco segundos) sobre la palabra “rumor”:

1. m. Voz que corre entre el público. (Mentira. Los sordomudos, los agorafóbicos y el viejo loco que vive en la azotea de mi casa serían inmunes a los rumores y no lo son. NO LO SON. ¿Ok?).

2. m. Ruido confuso de voces. (Esto es lo que sucede dentro de mi cabeza a diario, así que no creo que sea la definición que busco).

3. m. Ruido vago, sordo y continuado. (Así que es…Un ruido perezoso, con problemas auditivos y que tiene dificultades para detenerse… ¿En serio? ¿Eso es lo mejor que el “señor” Diccionario de la Real Academia me puede ofrecer? Me siento estafado…)

Supongo que no quedará otra que definir los conceptos por mi mismo. De manera arbitraria, infundada y prejuiciosa, como siempre…

La realidad es que las opiniones y los rumores son dos cosas bien diferentes unas de otras:

-Básicamente, una opinión viene a ser lo mismo que el aliento. Sale por la boca. Es algo que todo el mundo tiene. En general apesta. Pero salvo casos especiales, tiende a ser inofensivo. Excepto con los políticos… estoy bien convencido de que tanto su aliento como sus opiniones son armas altamente tóxicas y habría que condenarlos por crímenes de Lesa Humanidad cada vez que uno de ellos amenaza con abrir la boca.

-En cambio, los rumores son como tirarse pedos. Casi siempre sobrevienen en un momento inapropiado, y cuanta más gente se entera, peor debe ser la mierda que tarde o temprano va a terminar saliendo.
Pero sobretodo, la principal similitud es que cuanto más horrible y venenoso sea, menos chances hay de saber quién fue el autor original. El muy cobarde se refugia en el anonimato y no se equivoca. Los castigos pueden ser directamente proporcionales a lo vicioso del pedo, del rumor, o del rumor al pedo (hay poca diferencia, realmente).

Y esa, señoras y señores, es la parte fundamental de todo el asunto. Si realmente se trata de un rumor, es porque nunca conoceremos la fuente original. Alguien repite lo que otros irán repitiendo como unos perfectos pelotudos. Porque el rumor vive de esa pelotudez como el gusano vive de la carne podrida.

Excepto que…

Esa persona que escucha algo y no lo entendió muy bien y lo repite de manera que se entienda todavía menos…
Esa persona odiosa, que todos consideramos de baja moral, carente de criterio propio…
Esa persona que nos encantaría ver pisando caca de perro y perder el ómnibus…
Esa persona está leyendo lo que vos estás leyendo ahora, usando tu misma silla y curiosamente tiene tu misma cara y le dicen igual que a vos. Y no es tu hermano gemelo. Tu hermano gemelo ya leyó este artículo, le pareció buenísimo y se lo recomendó a sus amigos.

Lo que sucede es que tenemos una parte de nuestro cerebro que es perezosa y no filtra la información que absorbe. Luego, nuestra imperativa biológica de interactuar dentro de un grupo social hace que regurgitemos esa misma información pero ahora condimentada con nuestras propias impresiones preconcebidas. Es decir que la culpa la tiene la genética.

Es decir que nuestros genes nos hacen pelotudos.

Pero no tan pelotudos como tu hermano gemelo…
La última vez que me contaron sobre él, parece que andaba en tranzas raras con unos colombianos que hacían fiestas a las que no te invitaron (todo mal) y se rodeaban de gente super cool que no te presentaron, y manejan una plata misteriosa que no quieren compartir contigo.

Pero lo peor de todo.... Es que a tu hermano gemelo le andan diciendo cualquier cosa de vos y él se cree todo lo que le dicen. ¡QUE PELOTUDO!