28 junio 2010

Lunes de Ktarsis 4: 25 Cosas que Aprendí de los Culebrones Latinos

Los Culebrones, o Telenovelas como les decimos por estos lados, son una especie de relato con una formula utilizada una y otra y otra vez, y que apenas varía con los años.

Pero es también una suma de experiencias y conocimiento que de ser utilizado como material educativo nos daría una perspectiva distinta de la vida, donde nada es más importante que ser emocionalmente desequilibrados o gesticular como si tuviesemos un pepino en el recto… Así que sin mas preámbulos:

25 Cosas que Aprendí de los Culebrones Latinos:

1- Si no te llamás Fernando Enricardo Mastodonte III o Maria Espelunanza de Flores, viniste de Marte.

2-Las cosas serían mucho más fáciles si todos supiesen que la mala es la que tiene cara de permanente síndrome premenstrual.

3-Las mujeres argentinas gritan cada segundo de sus vidas.

4-Los hombres argentinos gritan cada segundo de sus vidas.

5-Las mujeres venezolanas usan tacón de aguja hasta en la ducha.

6-Los hombres venezolanos son fabricados en el mismo lugar donde se arman los muñecos Ken. El bronceado permanente y la actuación pétrea son cortesía de la casa.

7-Las mujeres brasileras no hablan en portugués, hablan en doblaje mexicano.

8-Los hombres brasileros son reyes persas que terminan peleando contra espartanos en pelotas.

9-Los chilenos se dedican a buscar adolescentes pelotudas que se autosecuestran.

10-Araceli González es la suma genética de todos los minones del universo combinados.

11-Osvaldo Laport.

12-El punto 11 es un chiste por sí solo. Por si no se percataron.

13-Guillermo Franchela es un autista cuya única forma de comunicación se basa en variar la extensión de su “Uuuuy Dio” según lo que necesite.

14- Los malos son más malos que un tiranosaurio con hemorroides.

15-Los buenos son más buenos que la cura de la impotencia.

16-Ella siempre es la hija de la tía del abuelo del analfabeto que en realidad era un perro disfrazado de policía que leía Tolstoi y se casó con la verdulera que era Ella.

17-Paradójicamente los amores imposibles son casi los únicos que funcionan al final.

18-Nada nunca es culpa de la propia estupidez de los protagonistas. Por muy estúpidos que estos sean en un 95% de las veces.

19-La principal fuente de información es en el formato de una vieja chismosa que 25 años antes era la protagonista de una telenovela exactamente igual y por eso sabe todo lo que realmente está pasando.

20-Los adolescentes siempre viven en colegios internados re-copados, re-fashion,
re-petidos y re-tardados.

21-Las huerfanitas son felices y se la pasan cantando, bailando y llenando teatros con pre-adolescentes ingenuas y madres acomplejadas que no quieren ser las únicas perras que no mandaron a sus hijas a ver un pseudo musical pedorro.

22- Está comprobado científicamente que se consumen cerca de 8 calorías en actividad cerebral al querer cambiar de canal. Por lo tanto ver telenovelas engorda.

23- Contrario a lo que nos dice la realidad socio-cultural y los criterios morales modernos, para triunfar en la vida es necesario ir a la cárcel por un crimen que no cometimos y después, vengarnos horriblemente de quién nos arruinó la vida.

24- Si sos millonario y no te casás con la sirvienta, sos el malo de la historia. O estás viejo y te vas a morir dejándole tu fortuna a algún perejil que es tu hijo y no lo sabía.

25-Todos los problemas de nuestras vidas se resolverían si de primera rajáramos a la mierda y nos casáramos todos entre sí. Entonces por arte de magia nuestros enemigos terminarían muertos, en la cárcel o redimidos y todos heredaríamos una fortuna fabulosa de un pariente lejano del que en realidad éramos hijos ilegítimos.

14 junio 2010

Lunes de Ktarsis 3: Insomnio

Érase una vez la capacidad de dormir normalmente… hasta que dios empezó a odiarnos.

Dormir es un proceso maravilloso mediante el cual uno sencillamente se apaga por una cierta cantidad de tiempo, ronca, babea la almohada y después se despierta con los pajaritos y el sol naciente, radiante, cancerígeno de siempre. Hay gente que ronca y se babea cuando ya está despierta, pero afortunadamente no veo a mi maestra de tercero de escuela desde hace años y quiero pensar que eso era un caso excepcional.

Para dormir, lo que hace falta en general es un colchón u otra superficie relativamente cómoda. En casos extremos, el piso, una silla o bancos de plaza pueden ser algunas de las variantes. El punto es que se precisa un buen lugar para dejarse estar, poner la mente en blanco y no hacer nada por unas horas, como tiende a suceder en las oficinas de la administración pública,

No poder dormir es un tipo de Insomnio. Lo cual significa que, al igual que con los perritos caniche, los impuestos y las telenovelas, hay más de una variante cuya existencia nos hace pasar momentos de psicosis y frustración extrema.
Entre los tipos de insomnio tenemos:

A) La variante Impotente de no conseguir dormir en toda la noche.
B) La variante Frígida de dormir pero sentir que no descansamos.
C) La variante Precoz de no conseguir dormir más de diez segundos corridos.

En cualquiera de estos casos el resultado final es tener que transcurrir el resto del día como un zombie en una película donde nadie te hace el favor de sacarte del sufrimiento con un escopetazo en la cara.

Hay quienes no se resignan frente a la falta de sueño e intentan toda una serie de pequeños y bizarros rituales con la esperanza de que esto solucione su problema. Tomarse un vaso de leche tibia, un té relajante, pastillas para dormir, meditación, leer un libro, hacerle un sacrificio a los dioses paganos o llorar compulsivamente en posición fetal. La gente intenta toda clase de cosas cuando no puede dormir, pero al final la realidad es que los que tenemos insomnio en serio nos enfrentamos a un oponente invencible.
Como David y Goliat, pero esta vez el gigante tiene una ametralladora de 6 cañones en una mano y a Scarlet Johanson en la otra (porque puede). Es una batalla perdida.

Tratar de dormir cuando se tiene insomnio es como tratar de sobrevivir una campaña electoral sin el apoyo de psicotrópicos fuertes… se hace largo, tedioso, repetitivo y uno adquiere una sensación de despropósito que solo puede compararse a la que se siente al hacer fila en el supermercado para comprar basura mata mosquitos, porque los muy hijos de puta siguen apareciendo sin importar que estemos en pleno invierno.

Y si encima uno tiene insomnio y hay mosquitos en el cuarto, entonces la única explicación posible es que en una vida pasada nos ganamos el odio de Adolf Hitler y ahora el cabrón con bigote raro nos atormenta desde el más allá cada vez que queremos dormir.

Lo mejor es no darle la oportunidad y quedarnos despiertos haciendo algo útil con el insomnio… como mirar el canal Utilísima, o leer la colección completa de revistas Condorito.